Hay una verdadera porquería que está ocurriendo en los círculos de marketing por Internet y es que la mayoría está construyendo sus negocios de una manera que los está predisponiendo al fracaso.
Algunas Falsas Premisas
Si le preguntas a un marketero de Internet inmobiliario acerca de cuál es la mejor forma de hacer publicidad de pago por click, probablemente te va a decir que optimices al máximo tu página de captura antes de hacer cualquier otra cosa y luego comienza a preocuparte por las ofertas de backend, pero la realidad es que toma mucho tiempo hacer esto y realmente resulta más rentable correr un frontend decente, generar un volumen grande de prospectos y vender una cantidad grande de productos de backend a los clientes.
Si has estado algún tiempo haciendo negocios por Internet, ya sabes que los backends son altamente rentables y tener un grupo de ellos te hará ganar mucho más dinero que si tienes sólo un backend con un frontend altamente optimizado. Si tratas de optimizar el frontend al máximo en lugar de tomar velocidad en el negocio, realmente tienes la carrera perdida antes de empezar porque el valor por visita de tus competidores será mucho más alto y podrá pagar mucho más dinero por cada visitante que lo que tú podrías afrontar.
Es un poco irónico que la conversión en el frontend no sea tan importante, pero hay que ver el negocio como todo el proceso completo y ver el bosque que no deben ser ocultados por los arbustos que están al frente. La optimización del negocio es muy importante, pero hay que optimizar el negocio como un todo y no sólo una parte. La parte más minúscula del mismo es la que se refiere a la optimización del frontend que incluso puede dejarse de lado si es que tienes otros sistemas funcionando que te generan mucho dinero.
La Razón De Esto
La razón por la cual este proceso de correr tantos backends como puedas apenas tienes un cliente, es que una vez que un cliente confía en tu empresa, es posible que el cliente pueda estar interesado en comprar un montón de productos y servicios tuyos. Por eso agregan tantos backends como pueden hasta más no poder y cuando han agregado todos los backends posibles, llega la hora de optimizar el frontend, si es que hay tiempo. Lo que sucede es que es más sencillo aumentar el valor por la visita del cliente agregando más backends a la ecuación que optimizar el frontend lo máximo posible.
En promedio, la empresa ganará mucho más si tiene un montón de backends que si tiene unos pocos y por lo tanto, tendrá la habilidad de pagar más por la publicidad y probablemente logrará más éxito a corto plazo, lo que le dará más capital de maniobra en el largo plazo, así que una vez que tengas capacidad de crear una lista de compradores, debes añadir tantos productos y servicios como puedas.
El Deseo De No Trabajar
La mayoría de los marketeros por Internet se meten en esto para vivir el sueño del ingreso pasivo, es decir: «ganar dinero mientras duermes». Ellos quieren hacer unas cuantas cosas y luego disfrutar el sueño de la libertad financiera absoluta sin tener que trabajar nunca más y por eso, desarrollan su negocio al mínimo, esperando hacer la máxima cantidad de dinero de un activo pequeño y si se puede hacer sin invertir, mucho mejor. Pero las verdaderas empresas trabajan a la largo de muchos años, de repente pidiendo un capital inicial de cierta cantidad de dinero para ser rentables unos años después.
Debido al crash de las punto.com que ocurrió en el 2,002 muchos marketeros de Internet se han opuesto a este modelo diciendo que una empresa debería ser rentable de inmediato, pero la realidad es que tratar de hacer una empresa de inmediato es una de las mejores maneras de hacerla fracasar porque estará imposibilitada de hacer las pruebas de mercado necesarias para tener tiempo de desarrollar la estrategia adecuada porque con este modelo estarías diciendo que la empresa es un fracaso, antes de cumplirse el tiempo necesario, así que las empresas reales planean recién ser rentables en 1 año o más y miran como financiar este tiempo para que todos los que trabajan en la empresa estén calmados y enfocados al éxito hasta que la rentabilidad llegue.
Lo Verdaderamente Torcido De Los Marketeros De Internet
La gente de negocios real trabaja como enajenados en su negocio y lo mejor es que realmente les gusta poner tanto tiempo en el mismo, mientras que los marketeros de Internet les interesa poner el mínimo que pueden y sólo lo hacen para luego dejar de trabajar. La gente que realmente ama lo que hace, no tiene reparos en trabajar más y más con el fin de ayudar a las personas que llegan a ser partícipes del negocio. No se trata sólo de ganar dinero, sino de realmente ayudar a la gente a conseguir sus objetivos.
Cuando uno está en el negocio correcto, realmente se siente motivado a dar más y más de sí mismo, sin importar si vas a tener dinero o no, sin importar si el día de mañana vas a tener dinero para pagar las cuentas, sin importar si tuviste un accidente grave y realmente tienes muchos problemas para seguir, de todos modos, seguirás y seguirás, hasta que mueras, igual que un perro pitbull que está mordiendo algo y sólo deja de morder cuando le disparan en la cabeza.
Entonces. ¿Cuál Es La Mejor Manera?
Necesitas hacer un poco de números. Crea al menos unos 6 productos y servicios para comenzar y calcula cómo podrías hacer funcionar esto con un índice de conversión bajo en el frontend. Si sale rentable la prueba, entonces ya tienes tu primer catálogo de productos y tendrás que comprar tantos clientes como puedas tan rápido como te sea posible. Debes tener mucho cuidado de poder soportar la carga de trabajo para no ser desbordado.
Tienes que ocuparte en el tema de la conversión en el camino sin olvidar que es una tarea intensiva en recursos y tiempo, por lo que constantemente deberías estar evaluando si es el mejor uso de tu tiempo. Si no puedes convertirte en un fanático de tu negocio, tienes que ver la forma en que puedes cambiarlo para que esto sea posible para que te sea fácil trabajar en el mismo como un «loco fanático» de tal modo que puedas.
La Historia De Robert James Fischer
Aquí hay una historia que no tiene tanto que ver con los negocios, pero más bien con el trabajo fanático para llegar al éxito. Robert James Fischer era un estadounidense que de niño aprendió a jugar el ajedrez y no fue un niño prodigio, pero sí se obsesionó por el juego. Se obsesionó tanto que había pintado un tablero de ajedrez en el techo de su cuarto para poder pensar en jugadas antes de dormir y al despertarse. Había leído todos los libros de ajedrez que había en inglés, así que aprendió ruso para poder leer los trabajos de la escuela soviética que en ése entonces dominaba el ajedrez y lo había hecho desde 1,948.
A los 15 años, Fischer llegaba al torneo de candidatos para el título mundial y ya era número 5 a nivel mundial. El título mundial lo ganó a los 29 años, sólo por problemas de carácter porque ya se consideraba que era el número uno del mundo mucho antes. En realidad, en el match que se jugó en Islandia en 1,972, aplastó a Boris Spassky que se consideraba con mucho el mejor jugador ruso por aquel entonces. Fischer no sólo jugaba ajedrez, sólo conversaba de ajedrez, dejó el colegio por el ajedrez, sólo tenía amigos (muy pocos) que les gustaba el ajedrez, en realidad socialmente el tipo era más o menos despreciable, pero su deseo era ser campeón del mundo y trabajó como un loco fanático para conseguirlo. También le ayudó su coeficiente intelectual de 184 (mayor al de Einstein) para lograr vencer a la impresionante maquinaria soviética y al equipo de analistas que estaba a disposición de su contrincante por el título mundial: Boris Spassky. La inteligencia de la que se habla en éste ejemplo no debería preocuparte para tener éxito en los negocios porque muchos empresarios sólo tienen inteligencias promedio.
Es un caso de entrega fanática que sirve para ver cómo el esfuerzo enfocado puede usarse para llegar a tener el resultado deseado.
La Historia De James Cramer
James era un periodista que trabajaba en un pequeño periódico, pero tenía grandes sueños. Realmente grandes para su situación y era querer llegar a ser un grande de Wall Street, pero no tenía dinero para invertir en acciones, así que tuvo que comenzar con una cartera de inversiones imaginaria, pero no es una persona normal, él estaba invirtiendo todo su tiempo libre estudiando el mercado de acciones y se divertía con sus inversiones imaginarias.
La figura corresponde a su aparición en la película «Iron Man» comentando los malos movimientos de Tony Stark financieramente hablando a través de su programa «Mad Money» que es el nombre real del programa que conduce.
Sus amigos pensaban que había algo malo en él por la dedicación tan absoluta que le tenía a «su negocio». Pasado un tiempo, James ya tenía nuevas teorías para aplicar en los mercados bursátiles, pero su jefe del periódico no le permitía escribir sobre esos temas por no tener ningún tipo de sustento (¿quién era él para estar escribiendo de finanzas?). Así que como no le dejaban escribir sobre ello, todos los días dejaba un mensaje grabado en su contestadora de teléfono un consejo de inversión para que cualquiera que lo llame lo pueda escuchar. También lo menciona a todo aquel a quién conoce.
Sus amigos ya estaban cansados de escuchar su opinión bursátil cada vez que llamaban, pero cierto día llamó Martin Peretz, que deseaba contratar a James para que le haga una reseña de un libro para su Revista «Nueva República» y cuando lo llama, escucha el consejo de bolsa y como quedó intrigado, decidió probarlo y comenzó a llamar todos los días para escuchar el consejo y un día James contesta el teléfono y le dice: «Hola, mi nombre es Martin Peretz y el seguir sus consejos me ha dado mejores resultados que los de mi Agente de Bolsa así que me ha convencido, quisiera manejar mi Portfolio de $500,000 dólares?» (Cramer le hizo ganar $150,000 dólares en 2 años).
James Cramer, ahora vale 100 millones de dólares. La información de Wikipedia está en inglés, pero siempre puedes usar el traductor de Google para leerlo si no sabes inglés.
Ahí Lo Tienes
Si en verdad quieres el éxito, realmente no hay excusas. Debes convertirte en un loco fanático para perseguir tus sueños y lograr tus metas sin importar lo que suceda en el camino porque si quedas enfocado en lo que haces y realmente crees que hay éxito al final del camino, el éxito va a llegar de todas maneras, realmente lo estarías haciendo inevitable.